Los labios son una de las zonas más delicadas del rostro. Su epidermis es muy fina, no tienen glándulas sudoríparas ni sebáceas y carecen de melanina para protegerse del sol, por lo que requieren cuidados y productos específicos para mantenerlos perfectos. Te damos seis claves para que estén siempre sanos:
Hidrátalos: lo mejor es optar por una crema hidratante específica para labios. Hay ciertos ingredientes muy deseables: la manteca de cacao o karité, el aloe vera y la vitamina E.
Protégelos del sol: nos preocupamos mucho en aplicarnos crema solar en todo el cuerpo y nos olvidamos de nuestros delicados labios.
Es fundamental conseguir una barra labial protectora con filtro UV y aplicarla todas las veces que quieras. Como mínimo media hora antes de la exposición al sol y antes también de usar un pintalabios. Es fundamental aplicarlo tras los baños en la playa o en la piscina (asegurándonos de secarlos bien antes).
Fuera tics: no debes nunca tirar de las pielecillas secas que se forman en los labios deshidratados, ni morderlos. Tampoco es conveniente humedecerlos constantemente con la lengua, ya que la saliva también contribuye a que se sequen. Si quieres humedecerlos, mejor aplica agua.
Bebe agua: la hidratación siempre empieza desde dentro, así que asegúrate de beber mucho líquido, sobre todo en verano y cuando haces deporte, para compensar la pérdida de agua por sudoración.
También debes tomar muchas frutas y verduras, que hidratan y aportan vitaminas necesarias para la antioxidación y la regeneración celular.
Exfolia tus labios: se recomienda hacerlo una vez al mes con productos específicos y de manera muy delicada. También puedes optar por remedios caseros, como aplicar crema hidratante delicadamente en círculos sobre los labios con un cepillo de dientes suave.
Límpialos: antes de dormir, límpialos con un desmaquillante delicado para eliminar restos de maquillaje o pasta de dientes.