La Semana Santa es una gran oportunidad para cuidar tu salud, tanto mental como física. Es un buen momento para desconectar del trabajo, disfrutar y recargar las pilas.
5 consejos para que disfrutes de una saludable Semana Santa
Cuídate en el transporte: si conduces muchas horas, no te olvides de descansar bien antes de realizar el viaje y de realizar paradas de descanso cada dos horas para estirarte e hidratarte. Se hará menos duro el viaje y más seguro.
Si vas en transporte público, no te olvides de mover las piernas y dar pequeños paseos por el avión o tren. Es recomendable hacer movimientos con las piernas para activar la circulación e hidratarse bien para evitar problemas circulatorios.
Come tranquilo y con cuidado: come despacio y saborea cada bocado. Así evitarás estreñimientos y mal estar durante las vacaciones. La clave es mantener tus hábitos alimentarios regulares, no abusar del alcohol y comer alimentos con fibra como frutas y verduras.
Desconecta la mente: deja atrás las preocupaciones del trabajo y del día a día, algo que a veces es difícil de lograr, incluso estando de vacaciones. Realizar hobbies o actividades saludables puede ayudar a desconectar y mantener la mente ocupada en otra cosa. Puedes leer, hacer senderismo y conectar con la naturaleza, ir a un Centro Wellness como el O2… ¡y aprovecha para dejar el móvil en segundo plano!
Resfriados: en Semana Santa es habitual resfriarse por los cambios de temperatura tan oscilantes. Lo ideal es abrigarse a base de capas, para que puedas quitar o añadir una u otra para adaptarte rápidamente a estos cambios. Si nos bañamos en la playa, no nos confiemos. Debemos secarnos bien y abrigarnos adecuadamente al salir del agua.
Ejercítate: de este modo nuestro cuerpo se enfrentará mejor a cambios y a algunos excesos. Haz excursiones, senderismo… cualquier plan saludable que mantenga en movimiento a tu cuerpo y que lo restauren tras tantos meses de trabajo.